Qué recuerdos!

Esta foto corresponde a la primera vez que palillamos en público. Éramos pocas (posteriormente parió la abuela hasta las más de 20 bolilleiras que somos ahora) y daba un poco de respeto ponerse a trabajar delante de todo el mundo, pero le echamos valor y salimos airosas. Y nos lo pasamos de miedo, al mismo tiempo que acercábamos a los valdoviñeses a este arte tradicional con tanto arraigo en nuestra Galicia.